Mi querido viejo te fuiste y quedó con los recuerdos bonitos tuyos, fueron 38 años juntos en las buenas y en las malas y de nuestra unión tuvimos un hijo Willy. Seguirás en mi mente no te olvidare fuiste, esposo, padre y buen abuelo. Vuela alto Alberto Dios te hizo un llamado y te recibirá con los brazos abiertos. Para Familiares y amigos gracias por su presencia.
Solo el que está en el exilio sabe lo que es perder un ser querido y no volverlo a ver. Gracias por ser el padre, abuelo y suegro presente te recordaremos siempre, que brille para el la luz perpetua y que Dios te reciba con los brazos abiertos. Amén!
Honramos su vida evocando los momentos compartidos para mantener vivo su recuerdo en nuestros corazones, enalteciendo su calidad humana.
Familiares y amigos extienden la invitación para dar el último adiós en un servicio que rinde homenaje su vida.