Honramos su vida evocando los momentos compartidos para mantener vivo su recuerdo en nuestros corazones, enalteciendo su calidad humana.
Familiares y amigos extienden la invitación para dar el último adiós en un servicio que rinde homenaje a su vida.
Él era mi Norte, mi Sur, mi Este y mi Oeste,
Mi semana laboral y mi descanso dominical,
Mi mediodía, mi medianoche, mi charla, mi canción;
Pensé que el amor duraría para siempre: me equivoqué.
Las estrellas ya no son necesarias; apaga cada uno,
Empaca la luna y desmantela el sol,
Derrama el océano y barre la madera;
Porque ahora nada puede llegar a ser bueno